Carlos Álvarez V. fue reconocido, en el marco del aniversario del organismo, por su aporte a las políticas públicas en pro del desarrollo productivo de Chile y su dedicación en fortalecer las relaciones y negocios entre nuestro país y el continente europeo.
El martes 28 de junio se celebró el 24vo aniversario de la Fundación Empresarial Eurochile, evento que fue encabezado por su presidente, Vicente Caruz, y que contó con la participación del ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena; del subsecretario de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros; así como de representantes del mundo diplomático y empresarial de Chile y Europa.
En la ocasión, además de conmemorar un nuevo año de esta institución, Eurochile premió a dos personalidades por su aporte en la vinculación económica entre nuestro país y el viejo continente. Carlos Álvarez, director de InvestChile, la Agencia de Promoción de la Inversión Extranjera, fue homenajeado por su sostenida colaboración en el desarrollo productivo del país, a lo largo de una trayectoria de más de 27 años. Desde 1990, el titular de la agencia ha contribuido en cargos públicos ligados al progreso económico a través del diseño, implementación y gestión de una serie de programas de este ámbito. Asimismo, fue reconocida la presidenta de la Fundación Euroamérica y ex Comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad de la Unión Europea, Benita Ferrero-Waldner, diplomática austríaca de connotada trayectoria, y ex canciller de su país.
“Chile y la Unión Europea tienen una mirada común para seguir avanzando en fortalecer las relaciones comerciales y de inversión. En este sentido, el trabajo de InvestChile está ligado a la atracción de inversiones de compañías que, sin duda, pueden significar un aporte no sólo en la creación de empleos, sino también en la transferencia de buenas prácticas, investigación y tecnologías, características propias de las empresas europeas”, indicó el Director y agradeció a la Fundación por el reconocimiento a su trayectoria.
La Fundación Empresarial Eurochile nació en 1993 como una iniciativa conjunta entre la Unión Europea y el Estado de Chile, y tiene como misión la promoción e impulso de relaciones entre el viejo continente y nuestro país a través del apoyo a pequeñas y medianas industrias, la asociatividad, desarrollo de redes, y la transferencia de conocimiento y tecnologías.